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Principios y objetivos

La Organización de la Prensa del Interior (O.P.I.) es una asociación de empresas y periodistas que tiene como meta el fortalecimiento, desarrollo y jerarquización de la prensa del Interior del Uruguay.

Sustenta como principio esencial, la defensa de los derechos humanos reconocidos por la Constitución de la República y la Carta de las Naciones Unidas, y en particular, la libertad de expresión sin limitaciones de especie alguna.

Nuestra concepción se basa en un modelo de sociedad libre, democrática y pluralista: de estos valores fundamentales derivan aquellos aplicables a nuestra profesión.

El principio de libertad implica que toda acción que no esté expresamente prohibida o limitada por la ley está permitida. En este aspecto, es nuestra profunda convicción:

  • Que la libertad de prensa – en cuanto expresión pública del pensamiento – es la primera y fundamental protección de la persona frente al abuso de poder. Ningún derecho individual está garantizado donde no existe libertad para denunciar la arbitrariedad y criticar públicamente los actos de quienes ejercen el poder – aún si lo detentaran legítimamente –
  • Que los daños provocados por un uso irresponsable de la libertad son siempre menores y preferibles a aquellos causados por la falta de libertad. Cualquier legislación restrictiva de la libertad de prensa, para ser admisible, debe basarse en esta premisa.
  • Que la exigencia legítima de que la libertad de prensa se ejerza en forma responsable, lleva implícita la obligación de informar, para los agentes del Estado. El libre acceso a la información de interés público es el derecho complementario a la obligación de informar verazmente que puede exigirse a la prensa.
  • Que no existe diferencia esencial entre la censura previa expresamente prohibida por la Constitución, y las formas de autocensura impuestas por la amenaza de sanciones económicas y penales arbitrarias o discrecionales. Cualquier forma de coacción que impide a un periodista, por temor a las consecuencias, expresarse libremente, es asimilable a la previa censura y como tal, violatoria de la Constitución, las leyes y los tratados internacionales que obligan a la República.
  • Que es deber ineludible de todo periodista la defensa de la libertad de prensa, la promoción del derecho a la información que complementa a aquella, y en su caso, la denuncia de los métodos – más sutiles que la previa censura, pero también más dañinos – que se han empleado en el pasado reciente para acallar a la prensa.

El principio democrático, en nuestra concepción, está indisolublemente unido al pluralismo. Sostenemos que no existe una sociedad democrática allí donde existan minorías políticas o ideológicas perseguidas o privadas de expresar públicamente sus opiniones.

De esta convicción deriva el principio ético de que un medio de prensa debe dar cabida voluntariamente en sus páginas, aún a opiniones contrarias a las que sostenga editorialmente.

Esto es más importante si cabe en las pequeñas comunidades del Interior, donde muchas veces existe un solo diario o periódico.
Creemos que el derecho de todo periodista a promover las ideas que considere más justas y a fundar su opinión en esas ideas, impone la obligación ética de distinguir con claridad la información de la opinión.

Sin perjuicio de considerar la jerarquización de nuestro periodismo a través de la capacitación profesional como una meta deseable, entendemos que el acceso de cualquier persona a un medio de prensa no debe ser limitado. Consideramos que la exigencia de un título habilitante para ejercer el periodismo es contraria a la libertad de expresión.
En este contexto profesional, la Organización promoverá una ética basada en el respeto por las ideas contrarias, la objetividad en la información, la responsabilidad en la opinión, y el libre ejercicio de la profesión.

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